Altavoz, una iniciativa de autoempleo creada por personas con discapacidad intelectual

Tres personas usuarias de programas de FEAPS ponen en marcha la primera Cooperativa de Integración Social creada por personas con discapacidad intelectual.

Entrevistamos a Raquel Cárcamo, usuaria de programas de FEAPS y una de las creadoras de esta cooperativa.

14/11/2013

¿Qué es Altavoz?

Altavoz es una cooperativa de integración social que se puso en marcha en marzo de este año, con sede en Madrid. Está formada por tres socios con discapacidad intelectual, dos empleados y FEAPS como socio asociado. 

¿Cómo surgió esta idea?

FEAPS viene desarrollando distintos proyectos donde  las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo han adquirido competencias y han desarrollado roles profesionales que hasta el momento solo se les atribuía a personas sin discapacidad, como por ejemplo: impartir formación, evaluar servicios, etc.

En el año 2010 FEAPS celebró su Congreso en Toledo donde aprobó el IV Plan Estratégico 2011-1014. En este plan hay un proyecto muy importante que se llama Ciudadanía y que tiene como objetivo, según señala Raquel "lograr la plena ciudadanía de las personas que tenemos discapacidad intelectual trabajando por nuestra autodeterminación, luchando por la inclusión y enseñando a toda la sociedad, también a nosotros, cuáles son nuestros derechos".

Junto a esa trayectoria y la necesidad de innovar en la creación de proyectos que den respuesta a las capacidades de las personas y que además aporten un valor añadido y diferente a la sociedad, surge la cooperativa Altavoz.

Para su puesta en marcha, FEAPS ha contado con distintos agentes. Por un lado la Fundación Barclays, pionera en el apoyo del empleo de personas con discapacidad. Por otro, CEPES (Confederación Española de Economía Social) y FECOMA (Federación de cooperativas de Madrid) expertos en este tipo de entidades.

¿Quiénes trabajáis en este proyecto?

Tres cooperativistas: Esther Muñoz, Miguel Ángel Martínez y Raquel Cárcamo y dos trabajadores: Elena González y Sergio Aguinaga. Además contamos con una red de más de 30 colaboradores con y sin discapacidad intelectual que son expertos en las distintas líneas de negocio.

¿Qué servicios ofrece la Cooperativa?

La cooperativa tiene cuatro tipos de servicios:

• Formación en derechos de las personas con discapacidad (explicamos a todo tipo de profesionales,  familiares y personas con discapacidad los derechos que estas tienen.)
• Formación y Traducción en lectura fácil (consiste en usar lenguaje más sencillo,  frases más cortas, uso de pictogramas y sistemas de comunicación aumentativos…)
• Evaluación de centros ocupaciones y residencias con el modelo de Calidad de vida de FEAPS (entrevistamos a los usuarios para saber si están o no satisfechos con el servicio que reciben)
• Y nuestro servicio estrella es la Evaluación de entornos desde el punto de vista de la accesibilidad cognitiva. Consiste en identificar carencias que tienen los espacios (públicos y privados) y que no son comprensibles para muchas personas. Por ejemplo: dónde está cada despacho y qué profesional trabaja ahí, dónde están los baños, cómo utilizar un producto, etc

¿Qué habéis conseguido en estos ocho primeros meses?

Altavoz es un proyecto muy ambicioso porque da un salto cualitativo en el que las personas con discapacidad intelectual dejan de ser receptoras de un servicio o colaboradoras para ser dueñas de un negocio.

En estos primeros meses hemos tenido que aprender a llevar una empresa, gestionar recursos, contactar y dar respuesta a los clientes, etc. Y a la vez, desarrollar las distintas líneas de negocio.

A modo de ejemplo se han llevado a cabo 26 cursos de formación en derechos y tres evaluaciones de centros de entidades de FEAPS.

¿Cuáles son vuestras expectativas?

Para Raquel, las expectativas de "Altavoz" son: "Lograr que todas las personas con discapacidad estemos totalmente incluidas en la sociedad y que seamos ciudadanos y ciudadanas de pleno derecho. Trabajar en un proyecto en el que creo y que me apasiona, ya que siempre quise ser profesora. Y como cooperativista me gustaría que la cooperativa fuera un negocio próspero y llegar a mucha gente con discapacidad para tomen la iniciativa en la lucha por sus derechos".

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