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28/02/2018
La economía social y solidaria tiene un peso del 10% en el PIB español, aunque al contabilizarse de forma jurídica puede que haya emprendedores/as individuales que la incorporen sin que se incluyan en este indicador. "En España, la economía social va calando poco a poco", explica Lucía. "Cada vez se está llegando más a las personas y se va incorporando en los itinerarios de emprendimiento. El emprendimiento es una forma de vida y ha de ser sostenible”. También a nivel institucional con diferentes iniciativas, recursos y financiación. "En ciudades como Madrid o Barcelona está impulsándose desde la Administración Pública. Hay una Ley y un Plan Estratégico de Economía Social a nivel nacional, así como desde el Ayuntamiento de Madrid", añade.
La economía social y solidaria, una forma de vida.
En la ESS se cambia el fin por el medio: el medio es la sostenibilidad del negocio pero el fin no es obtener un máximo beneficio, sino una forma de vida para las personas que ponen en marcha la iniciativa, obteniendo a su vez beneficios para el entorno, el desarrollo local o el medio ambiente. "Influir de forma positiva en nuestro entorno en cualquiera de las formas. Además de que sea viable económicamente, el fin no es la generación del máximo beneficio".
A través del curso ¿Cómo poner en marcha un pequeño negocio?, que desde el Área Sociolaboral organizamos con la colaboración de Economistas Sin Fronteras, financiado por el Ministerio de Empleo y el Fondo Social Europeo, se explican diferentes puntos clave para el emprendimiento: desde el autodiagnóstico, el modelo de negocio a través del modelo Canvas y los trámites e impuestos básicos para ponerlo en marcha hasta la viabilidad económica y la financiación. "Queremos que las personas que asisten sean capaces de bajar su idea de negocio de la cabeza al papel, mediante el autodiagnóstico de las persona o personas que desean poner en marcha la iniciativa y de la iniciativa en sí misma, los recursos, a quién se van a dirigir, cómo lo van a hacer o con quién se van a aliar".
El impacto positivo en el entorno y la sociedad a través del enfoque colaborativo, de respeto del medio ambiente, de género y social son transversales en el contenido que se imparte, de forma que se incorporen en el plan de negocio desde su planteamiento inicial. "Con mi negocio o mi producto voy a impactar de forma positiva y ayudar a otras personas en vez de solo ganar dinero", es la idea principal que subraya Lucía.
¿Qué recomendarías a una persona que quiere iniciar un pequeño negocio?
"Que estudie muy bien todo el ciclo, a quién se va a dirigir, su entorno. Que piense bien su idea, que le dé vueltas, que se desenamore varias veces de las ideas que tiene. Que haga muy bien los números y reflexione sobre cómo quiere que sea su vida cuando tenga ese negocio", destaca Lucía. "A veces los negocios son rentables y viables pero cuando están en marcha se les echan encima porque no habían previsto que fuesen a trabajar tanto y no es sostenible", y añade: "Que no se olviden de contabilizar su sueldo entre los gastos, que se reflexione que no solo el empleo cuenta, todo lo productivo, sino también la parte reproductiva, todos y todas tenemos una vida y tenemos que tener en cuenta que los cuidados también son trabajo. Y que apliquen la óptica de 'qué voy a aportar a mi entorno', a la sociedad, con mi negocio, no solo de forma económica".